Se trata de Carlos Soruco Fernández (32), de nacionalidad boliviana, quien permanecía detenido en la comisaría 1ra. de Mercedes a la espera de ser indagado por el femicidio de Vanesa Carreño (29), asesinada de 13 puñaladas, según reveló la autopsia.
Voceros judiciales informaron que el hallazgo se produjo en una de las celdas de la mencionada seccional, donde fue encontrado Soruco Fernández tirado boca arriba y sin signos vitales.
El hombre había sido trasladado ayer desde el destacamento de Mariano Acosta hacia la comisaría de Mercedes, donde permanecería alojado hasta ser indagado por el fiscal el fiscal Pedro Illanes, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial Mercedes, quien le imputaba el delito de “homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido mediando violencia de género”, que prevé una pena de prisión perpetua.
Fuentes judiciales informaron que el acusado manifestó sentirse descompuesto, tras lo cual fue atendido por personal médico del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) y luego regresó al calabozo, en el cual estaba solo.
De acuerdo con el médico legista que constató la muerte de Soruco Fernández y revisó el cadáver, no tenía signos de violencia, y el fiscal Illanes ordenó que se practique la operación de autopsia.
Es que los investigadores sospechan que el imputado puede haber ingerido algún tipo de veneno antes de ser capturado por vecinos en un campo de la localidad bonaerense de Mariano Acosta, partido de Merlo.
En ese sentido, Soledad Carreño, una de las hermanas de la víctima, dijo a la prensa: “»Mi tía me llamó de Mariano Acosta que mi cuñado la había llamado y le dijo ‘cuidame a mis hijos que yo voy a tomar veneno, ya no puedo más'».