El Juez Federal Ignacio Pérez Curci, quien fue durante la administración de Vidal en la Provincia de Buenos Aires subsecretario de justicia, fue denunciado por el armado malicioso de una causa en Mendoza y por la utilización de pruebas falsas.
Tras el escándalo de la GestapoGate, donde funcionarios de la Provincia de Buenos Aires fueron filmados preparando una causa judicial, María Eugenia Vidal sumó un nuevo conflicto tras una escandalosa denuncia presentada en el Consejo de la Magistratura contra su ex subsecretario de justicia, Ignacio Pérez Curci.
La denuncia fue realizada por los abogados Jaime Alba y Luciano Ortego, ambos procesados y detenidos en el marco de la causa que investiga una asociación ilícita en la Justicia Federal, quienes denunciaron graves irregularidades en la pesquisa y extendieron la presentación a todos los fiscales y jueces del fuero federal.
Los letrados hicieron dos presentaciones ante la Procuración General de la Nación y del Consejo de la Magistratura, justo el día en el que este organismo nombró a Alberto Lugones como nuevo presidente.
Los imputados denunciaron en un escrito «irregularidades, armado malicioso y tendencioso de la causa, falsas pruebas, pruebas ilegítimas, violación del derecho de defensa, connivencia dolosa con testigos, denegación de justicia, omisión de los deberes de funcionario público, abuso de poder, violación de secreto de sumario, coacción, extorsión, tortura psicológica y privación ilegítima de la libertad».
Las acusaciones fueron en contra de los tres fiscales federales de nuestra provincia, Dante Vega, Alejandra Obregón y Fernando Alcaraz. Además, señalaron a los jueces Eduardo Puigdéngolas, Ignacio Perez Cursi, Gustavo Castiñeira de Dios, Alfredo Rafael Porras y Manuel Pizarro.
Luego agregaron: «El fin perseguido es la destitución a como dé lugar, sin importar daños colaterales, del juez federal Walter Bento, hemos sido sometidos a condición de esclavos, torturados psicológicamente, físicamente, extorsionados, coaccionados, siendo la única posibilidad de recuperar la libertad, firmar un acuerdo bajo los antojos de Vega».











