El ilícito se verificó en 65 suministros correspondientes a comercios y domicilios particulares de la zona de ruta 11 desde 635 a 645, dos de cada diez relevados, informó la compañia en un comunicado.
La distribuidora precisó que «las mismas maniobras para conectarse ilegalmente a la red fueron detectadas en uno de cada diez inmuebles en el Barrio Los Naranjos de ruta 11 y Paraje El Pino».
En el mismo sentido, se precisó que «el consumo ilegal de las conexiones clandestinas y las adulteraciones de medidores sobrecargan las redes afectan la calidad del servicio provocando interrupciones y baja tensión a los inmuebles de todo el sector».
«La empresa procederá a efectuar el cobro de la energía consumida en forma ilegal a los usuarios involucrados, incluyendo las penalidades correspondientes conforme lo establece el Reglamento de Suministro y Conexión», agregó.
El robo de energía es un delito penado con prisión de hasta 6 años que pone en riesgo la vida de quien la manipula y de terceros, perjudicando asimismo la calidad del servicio eléctrico.
Como parte del procedimiento, se denuncia penalmente a los usuarios que fueron detectados con estas conexiones clandestinas y a quienes ofrecen el servicio de conexiones ilegales y distintas maniobras para manipular las instalaciones eléctricas.











